Rompiendo el culo de mi hijastra
Volvía de fiesta y además estaba algo borracha, por lo que tuve que echarle una bronca. Pero mientras lo hacía me la ponía dura, esa puta siempre me calentaba. Le dije que tenía que pagar un precio, me bajé los pantalones y le puse la verga en la cara diciéndole que me la tenía que chupar. Ella al principio no estaba segura, pero por supuesto lo hizo. Se le daba bien comer rabos sin lugar a dudas, por lo que viendo su experiencia la puse a cuatro patas y sin dudarlo penetré su ano. El sexo anal la volvió loca literalmente, por lo que lo hicimos hasta el final.