Que asco, ¡te has corrido en mi boca!
Estaba obsesionado con su hermanastra, y con razón, era una chica muy hermosa. Aquella noche ella salió de fiesta y se despidió de su hermano. Cuando volvió llegó totalmente borracha y se acostó en la cama. Lo que él hizo fue aprovechar su oportunidad, se le acercó y empezó a tocarla hasta llegar a su coño. Solo con ver su rosada vagina se conformó. Pero por la mañana ella fue a verle y fue cuando sucedió. Los juegos entre hermanos acabaron con su verga fuera. Ella al principio se asustó un poco, pero comenzó a pajearle. Despues le hizo una mamada, aunque el final no le gustó demasiado, ya que se corrió en su boca. Tener la leche de su hermano en su boca le dio mucho asco.