Profesora de flauta enseña otras cosas a Jordi
Esta madurita aparte de ser profesora de flauta era una auténtica cerda pervertida. Tanto chupar flautas hizo que generase una tremenda adicción a todo aquello que tenga forma fálica, y como no podía ser de otra manera se volvía loca con los rabos. La diferencia de tamaño entre esta mujer y Jordi, un jovencito español que ya muchos conocerán como «el niño polla«, era considerable hasta el punto de que era capaz de sujetarlo en brazos mientras le chupaba el pene.
Es sabido que a las mujeres de cierta edad le van los jovencitos, pero además poder estar con un chico joven tan manejable como este tío es un placer añadido para cualquier mujer que quiera sentirse poderosa ante un hombre. Eso si, al final Jordi se la metió por el culo, puede que no sea muy alto ni corpulento, pero si que tiene un buen rabo.