Su madre se puso muy caliente
A veces olvidamos que una madre también tiene apetito sexual y ganas de follar. Y cuando no tiene a un hombre viviendo en su casa puede echar mano de otras pollas, como por ejemplo la de su hijo. Esta madura es una ama de casa divorciada. Un día haciendo la comida vio algo con forma fálica que le recordó a un rabo. Fue justo entonces cuando empezó a pensar que le hacía falta una buena follada para seguir sintiéndose mujer.
Su hijo estaba en el salón, pero cuando la vio aparecer supo que había algo distinto en ella. La madre estuvo seduciendo a su hijo durante un rato, en realidad solo quería usarlo para follar con él. El chico al principio estaba un poco en shock, pero dejó que su polla hablara por él y terminó follándose a la madura.
