Joder papá, que suerte tiene mamá…
Fue consciente de lo afortunada que era su madre cuando su padre se la folló. Mientras la jovencita estaba sentada él comenzó a tocarla, y la chica se estuvo quieta dejándole. Incluso llegó a sonreirle demostrando que le estaban gustando demasiado aquellos tocamientos. Se detuvo un rato tocándole sus pequeñas tetas y luego pasó a su coño. La zorra estaba tan mojada que tuvo que grabarlo para creérselo, su chocho estaba chorreando. Siguió tocando su coño mientras ella gemía, hasta que la chica se decidió a comerle la polla. Tras aquella mamada el tío no tardó nada en metérsela, lo deseaba tanto que no pudo contenerse.
Empezó a follársela mientras seguía grabando hasta que al final no pudo evitar correrse dentro, o tal vez no quiso evitarlo. A ella le gustó sentir la leche dentro, se sentía como su madre.