Haciendo feliz al jovencito
Puedes imaginarte el placer y la felicidad que sintió este jovencito cuando se veía a sí mismo follándose a esa pedazo de zorra. Al principio se hizo la difícil con él, mientras el chico estaba en la cama se dio cuenta de que la miraba y quiso putearle un poco, pero se marchó. Sin embargo en cuanto coincidieron en la cocina no pudo resitirse, se lanzó a comerle sus tetas. Ella se calentó por supuesto, aunque fuera mayor que el muchacho iba a darle algo. El chico la iba buscando por toda su casa pero no conseguía lo que quería, hasta que finalmente en la cama de nuevo lo consiguió. Allí estaba él follándose a esa hermosa mujer mientras ella estaba a cuatro patas como una perrita. Luego se dio la vuelta y siguió mientras ambos se miraban a la cara.