Había una puta ballena en mi sofá
Era una puta cerda, nunca me había follado a una obesa mórbida de ese tamaño, pero sinceramente me puso muy cachondo ver tanta carne. Me enseñó su cuerpo desnudo y especialmente ese enorme culo. Luego sus tetas, eran gigantes, algo habitual en las gordas de su tamaño. Agarró un dildo y esa cerda empezó a jugar con él, ya sabes que cuanto más gorda más guarra. Empezó a masturbarse ella solita con su dildo, pero luego fui yo, lo agarré y se lo metí para darle placer. Era insaciable la obesa, no tardó en comerme la verga. Yo mientras tanto pensaba en como me la iba a follar, con una tía así de grande hay que pensarlo bien. Al final deducí que lo más fácil era que ella se pusiera encima y se la metiera, así que lo hicimos así. Pero también me la follé a cuatro patas, quería sentir ese culazo de cerda.
Al final me corrí en su cara, pero me extrañó que no se tragara la leche…
