Fóllate a mi mujer
Nada mejor que un amigo te de permiso para que te folles a su mujer. Cuando llegaron su amigo les esperaba tumbado en la cama, todos sabían perfectamente para lo que se reunían y estaban más que preparados. Mientras aquél tío comenzaba a desnudar a su esposa él se sentaba a su lado para así verlo todo de cerca, por alguna extraña razón le daba mucho morbo ver como se la follaba y como le hacía cosas que él desde luego no habría sabido hacer de igual modo. La abrió de piernas totalmente desnuda y comenzó a comerle el coño mientras ella sonreía y gemía muy exitada, y más aun sabiendo que su esposo estaba al lado. Al rato se la estaba follando como una puta, su amigo miraba sin hacer nada ni querer perderse detalle mientras se lo hacía. Al final se corrió sobre su vagina.