entrar en el gimnasio y encontrarte esto
¿Qué cara se te quedaría si llegases al gimnasio como todos los días y te encontrases de sopetón al dueño chupándole todo el ojete a la tía más buena de las que se ejercitan a diario allí?, pues la cara no lo sé pero además de un un empalme instantáneo, te entraría una rabia y unos celos brutales por no ser tú el que tuviese la lengua metida en ese culo. Obviamente esta escena fue a puerta cerrada y no hubieron más testigos que el cámara y sus protagonistas, fue un polvo VIP que seguramente solo quedará en nuestros sueños y en nuestras retinas después de verlo, pero poco más.