Dando de comer a un angelito de 18 años
Si existen los ángeles ya te decimos que esta preciosidad de 18 años sería lo más parecido pero en ser humano. De hecho se hace llamar Ángel, así que el nombre le viene al pelo. Le encanta tomarse la lechita de su novio y sobre todo ser observada mientras disfruta del buen sexo. Si nos vamos un poco más abajo de la cara tenemos unas tetitas aún por desarrollar, pero más abajo aún está el plato fuerte de esta nena. Su coñito rasurado se deshace cuando su chico se lo come y mucho más aún cuando la penetra. Sonríe y solloza por igual y es que no se puede ser más feliz que esta jovencita, le mola mucho follar y no se molesta en disimularlo.