Cuando las ganas de follar aprietan hasta la abuela está buena
Su abuela era una anciana decrépita a la que no valoraba en absoluto, por lo que no le importaba pajearse en el salón de casa a riesgo de que pudiera pillarle. Y así sucedió, lo pilló con la polla fuera y la vieja acudió a darle en la polla con una revista como escarmiento. Pero a pesar de ser su abuela y ya una mujer octogenaria se puso cachonda. Agarró su rabo y al poco lo soltó como arrepentida, pero la cosa ya no tenía marcha atrás. Su nieto también se había puesto cachondo, y puesto que no tenía nada más ni mejor a mano decidió montárselo con la anciana. Ella no tardó en comerle la polla, luego se desnudó mostrando su grasiento y arrugado cuerpo. Estaba gorda, era bajita y una anciana, pero que bien chupaba la polla la puta.
La cosa por supuesto no acabó solo en una mamada, poco después la abrió de piernas en el sofá y se la folló. A pesar de su edad aun se humedecía al sentir un rabo dentro de ella, por lo que follársela no fue difícil. Finalmente el chico se corrió sobre su gorda barriga.