Chupa hermanito, chupa…
Le gustaba a la puta tener a su hermanastro sometido a su voluntad, el chico era todo deseo. Estaba obsesionado con su hermanastra, ella al final ya estaba cansada de la tremenda persecución diaria a la que la sometía, y a que la espiara. Así que ese día mientras él se estaba dando una ducha ella se desnudó y se metió también. El chico se asustó y se fue, ella se quedó duchándose. Pero otro día en el sofá coincidieron y comenzarn a hablar. Él le dijo que tenía unas tetas perfectas, y la chica al final se las enseñó. Lo que hizo ese degenerado fue lanzarse sobre ella para comérselas, eso a la putita le gustó. Estaba tan caliente que se lo dijo, chupa, no pares de chupar. Luego fue ella la que chupó su rabo, hasta que finalmente colocándose encima la penetró y se folló a esa putita.